+++Artista del mes / Febrero 2024+++
Maryam Abdollahi es una pintora surrealista iraní con una maestría en pintura de la Universidad de Arte de Isfahan. Si bien es principalmente pintora, ha experimentado con otros medios desde su graduación en 2013, canalizando su creatividad en otros campos como la escultura, la pintura caligráfica, diseño de joyería, la pintura sobre cerámica, el grabado y las artes en miniatura. A lo largo de su recorrido artístico ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Irán, España y Estados Unidos.
Su trayectoria artística ha experimentado recientemente un cambio transformador, impulsada por un profundo interés en el surrealismo y los enigmáticos reinos del inconsciente. Esta nueva
+++Artista del mes / Febrero 2024+++
Maryam Abdollahi es una pintora surrealista iraní con una maestría en pintura de la Universidad de Arte de Isfahan. Si bien es principalmente pintora, ha experimentado con otros medios desde su graduación en 2013, canalizando su creatividad en otros campos como la escultura, la pintura caligráfica, diseño de joyería, la pintura sobre cerámica, el grabado y las artes en miniatura. A lo largo de su recorrido artístico ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Irán, España y Estados Unidos.
Su trayectoria artística ha experimentado recientemente un cambio transformador, impulsada por un profundo interés en el surrealismo y los enigmáticos reinos del inconsciente. Esta nueva fascinación la ha llevado a un mundo cuya exploración ha revolucionado la primera colección de obras de Maryam. Principalmente hechas en óleo sobre lienzo, estas piezas retratan mundos mágicos y visionarios habitados por entidades de otro mundo y símbolos arquetípicos. Creados automáticamente sin ningún pensamiento, patrón o intención predeterminada.
"Me he aventurado en lugares tanto familiares como extraños, donde la majestuosa presencia de una fuerza superior me envolvió. Las puertas se abrieron una a una, y fui guiada en el amor para desvelarme y encontrar a quien reside dentro de mí.
Al regresar, mi pincel me reveló dónde había estado”.